Se trata posiblemente de la reina de todas las aves. Desde
la antigüedad, se la relaciona al valor y a la fuerza por su velocidad en el
vuelo y la inaccesibilidad de sus nidos.
Tanto en la mitología griega como romana, el águila real se convirtió en el
símbolo de Zeus y Júpiter, los dioses
más importantes. También se usó como emblema del imperio romano y símbolo religioso y militar. Cuando una
legión se ponía en marcha, un soldado llamado aquilifero marchaba con un
estandarte que contenía un dibujo del ave.
Posteriormente se utilizó en
Bizancio, donde la retrataron como bicéfala: una cabeza representaba al imperio
caído y el otro al nuevo. Carlomagno empleó este símbolo, así como también lo
hicieron los Habsurgo en la Edad Media y muchas familias nobles para sus
escudos. La historia del águila real como símbolo siguió con Napoleón en su
Primer Imperio francés, estuvo presente en la Independencia de Estados Unidos,
fue elegida para las banderas de México y Albania, fue escogida para
representar al Apóstol San Juan y hasta en el escudo de Alemania en
contraposición al águila imperial del nazismo.
Me parece fascinante el mito
que arrastra el águila real. Una increíble historia que nos dice que esta ave
llega a vivir hasta 70 años (en realidad su longevidad llega a los 25 años) y
que sin embargo, al llegar a los 40 sus plumas comienzan a ser tan pesadas que
se le complica volar, su pico es tan encorvado que se lastiman y sus uñas son
tan largas que ya no puede sujetar a sus presas. Es justo en ese momento en el
que deben tomar una difícil decisión: pasar por un proceso de 150 días de
dolorosa renovación, o morir. Si ésta decide pasar por el proceso doloroso de
renovación, tiene que aislarse en lo alto de una montaña y golpear su pico
contra las rocas hasta que caiga por completo, después esperar a que le crezca,
arrancar una por una sus uñas y con las nuevas debe quitar todas sus alas para
que le nazcan nuevas. Por fin, renovada, el águila puede vivir 30 años más.
Es increíble
como algunos libros de autoayuda utilizan esta historia como ejemplo de
superación personal.
Vicenc unas fotos muy buenas de este bicho impresionante, un gran trabajo. Un saludo desde Zumaia.
ResponderEliminarGracias Josemaria... un fuerte abrazo.
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