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martes, 13 de diciembre de 2016

La agudeza visual del águila pescadora: mito o realidad


Muchas personas creen, entre las que yo me encuentro, que la agudeza visual de las rapaces y en concreto del águila pescadora es muy superior al resto de los seres vivos de este planeta. Que esos ojos tan grandes según su tamaño corporal, sirven para producir una imagen retiniana más grande y que su gran número de receptores por mm cuadrado, determina el grado de agudeza visual lo que le permite visionar objetos individuales a gran distancia y que esta visión es de 6 a 8 veces mejor que la humana. Pero la verdad es que nunca nos planteamos la veracidad de dichas afirmaciones y tratándose de imágenes, siendo fotógrafos de naturaleza, uno se pregunta: cómo es posible que tengamos que cargar con objetivos tan pesados y estas aves lo resuelvan con tanta facilidad. El otro día me tropecé con un artículo que ponía en entredicho esta afirmación ("Ojo de águila: La calidad de la imagen retiniana" R. Schlaer, Science, vol. 176, No.4037 ,26 de mayo, 1972, pp. 920-922). El artículo plantea que el error se encuentra en adjudicar, al tamaño de los ojos y al aumento de receptores, el poder de resolución visual absoluta.


Una retina más densa en fotorreceptores solo tiene la oportunidad de mejorar su agudeza visual si la luz se centra en ellos con precisión. Tal precisión mejora con aberturas más grandes (motivo por el cual los fotógrafos necesitamos esos teles tan grandes). En el ojo animal, la abertura está formada por la pupila y para la visión a larga distancia, el factor limitante es la difracción. Cualquier sistema óptico tiene un valor crítico a partir del cual los errores de difracción pondrán en peligro la nitidez de la imagen formada. Esto se conoce como el criterio de Rayleigh. Un ojo humano tiene un diámetro de pupila variable en el rango de 2,5 mm a 5 mm. Eso es casi lo mismo que un águila pescadora. Sin embargo, los ojos humanos nunca llegan a la zona problema del límite de difracción porque, nuestros ojos esféricos tienen una distancia focal de 17 mm. El ojo de las aves de presa tiene una retina en forma tubular a la sección transversal, que les confiere, una mayor longitud focal. En efecto, las rapaces tienen ojos con mayor capacidad de aumento, aunque con un campo reducido de visión. En estas especies, sus ojos están trabajando probablemente justo en el límite de la difracción. La única manera de mejorar el rendimiento visual es tener los ojos más grandes. Si un águila pescadora tuviese de verdad seis veces mejor visión de lejos que un humano, sus ojos tendrían que ser del tamaño de pelotas de tenis. El artículo concluye que gavilanes y halcones tienen capacidades de visión a distancia, similares a los humanos. Que águilas y buitres doblan la nuestra y que las águilas de mayor tamaño, de 2 a 2,5 veces en las especies más grandes.


Sea como sea… cuando las ves lanzarse a gran velocidad, sobre su presa, desde una distancia espectacular, se hace difícil dudar de su capacidad visual.

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