Creo que me estoy haciendo mayor. Cada vez me gustan más los
paisajes en b/n, su dramatismo y como destacan la composición. Ahora disfruto
ejercitando la habilidad de pensar en monocromo a la hora de disparar,
visualizando el resultado, aunque en ocasiones, la borrachera que produce el
color no siempre me lo permita.
Supongo que se trata de una reacción defensiva al masivo derroche de saturación e
irrealidad, en un alto porcentaje de fotografías que bombardean nuestras
retinas día tras día.
Potenciar el ritmo, ordenar, jugar con las sombras y las
largas exposiciones, polarizar, enfocar texturas, son algunos de los recursos a
utilizar si quieres que tus fotos funcionen en blanco y negro. Recursos que son
igual de válidos para el color pero que en el monocromo toman una especial
importancia.
En esta entrada se me ha ocurrido exponer las dos versiones:
la toma original en color y la conversión a b/n, un ejercicio que suelo hacer
frecuentemente y que me ayuda a ser crítico con mis encuadres.
Este rincón fue todo un descubrimiento. La verdad es que
cuesta ver lugares nuevos que te sorprendan, tan cerca de casa, en tan buena
compañía, sin conocerlos aún… que maravilla.
Hola Vicenç, en esta entrada también veo las dos últimas fotos mejores que la de FN...
ResponderEliminarYo también soy un amante del B&W, ya que en los años mozos tuve un laboratorio de BN... para mi gusto las prefiero con mas contraste, mas potentes en las sombras.
salut
joan