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martes, 7 de febrero de 2017

Rebeco (Isard)


Prácticamente extinguido tras una caza incontrolada, el rebeco empieza a recuperarse en los Alpes, los Pirineos, la cordillera Cantábrica y los Cárpatos. Unas leyes más sostenibles junto con planes de reintroducción han conseguido recuperar las poblaciones de esta especie y de muchas otras. En la actualidad, es posible contemplar rebecos en muchas de las pistas de esquí alpinas más famosas. El Parque Nacional Gran Paradiso está situado en la frontera con Francia y se extiende hasta el Parque Nacional de la Vanoise. En este caso, de la mano de Jose David, pudimos localizar y fotografiar esta especie tan emblemática.


Lo que puede que desconozcas es que, aunque ya se sabía que el cambio climático está provocando cambios en el tamaño físico de varias especies, los resultados en el caso de los Rebecos ofrecieron datos peores de lo que se esperaba.  Efectivamente, los rebecos (Rupicapra rupicapra) pesan ahora aproximadamente un 25 % menos que hace 30 años, según confirma el equipo de científicos de la Universidad Durham, en Reino Unido. Al mismo tiempo, la temperatura a la que viven estos animales ha pasado de 3 a 4ºC. «Durante los últimos años se han publicado varios estudios que demuestran que todo tipo de especies, desde mamíferos a peces pasando por aves, se han hecho cada vez más pequeñas a medida que aumenta el calentamiento global», comenta Stephen Willis, coautor del estudio. Sin embargo, no esperaban resultados como estos en el caso de los rebecos. «No se sabe hasta qué punto afecta el cambio climático a las poblaciones de esta especie», señala, pero añade que puede ser un problema para su supervivencia en el futuro. Sin embargo, su población ha aumentado durante las últimas décadas.


La escasez de alimento o de su calidad como resultado del calentamiento global influye en el tamaño de las especies, sin embargo, los datos tomados vía satélite no muestran reducción de la vegetación de los Alpes italianos. Después, el equipo se centró en el comportamiento de los animales. «Sabemos que descansan más cuando hace calor, lo que nos hizo pensar que quizá el clima cambia directamente su comportamiento», señala Willis. En otras palabras, creen que los rebecos tratan de evitar el calor descansando en lugar de buscar alimento. Sin embargo, hay otro factor que podría contribuir a la disminución de tamaño de los rebecos: la densidad de su población ha ido aumentado, posiblemente debido a las restricciones sobre la caza, por lo que es posible que haya más competición a la hora de pastar.


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