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sábado, 17 de septiembre de 2016

La Berrea del ciervo rojo


A finales de septiembre y principios de octubre,  se inicia uno de los espectáculos más sorprendentes de la naturaleza. Un singular sonido, emitido por los machos de ciervo, que se produce mediante la elongación del tracto bucal por medio del descenso de la laringe. El sonido es proporcional al tamaño del individuo ya que el descenso se encuentra limitado por el esternón por lo que termina siendo una señal fiable del tamaño corporal. Los ciervos producen esta señal principalmente para advertir a sus competidores y es la tasa de berridos, debido a su coste energético, la que está relacionada con la habilidad de lucha de su emisor, que varía a lo largo del periodo de celo. Estos sonidos, no sólo influyen en otros machos sino también en las propias  hembras produciendo incluso un adelanto de la ovulación.


Por todo ello parece que el principal protagonista de esta historia son los machos, emitiendo fuertes sonidos, luchando con otros rivales o correteando alrededor de las hembras como un perro pastor para evitar que se dispersen, pero, en realidad, son las hembras las principales causantes de todo lo que está ocurriendo. Es curioso que este periodo se inicie después de la época estival, cuando la escasez de comida es notoria. La berrea ocurre en ese momento por interés de las hembras, ajustando gestación y lactancia a los periodos de mayor abundancia.


Como fotógrafo de naturaleza es una de las épocas  más esperadas y aunque repitas año tras año, nunca decepciona.
 Las fotos están realizadas en Dinamarca, durante  el viaje capitaneado en el 2015 por el fotógrafo Jose David Gómez.

3 comentarios:

  1. Daniel Arenas17 de septiembre de 2016, 1:06
    Bellísimas fotografías. Un espectáculo que no he tenido nunca la oportunidad de vivir y que me gustaría hacerlo algún día.
    Saludos.

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